En el prime programa de la sexta temporada de Elche Proyecto Ciudad en colaboración con EsRadio Elche, Manuel Romero, reflexionó sobre un tema de gran actualidad: las recientes declaraciones del presiden Pedro Sánchez sobre las inversiones previstas para el aeropuerto de Elche – Alicante.

Una visita institucional que, entre cifras y titulares, ha generado más preguntas que certezas. ¿Estamos ante una transformación real o ante un nuevo episodio de propaganda política?

El aeropuerto de Elche y los anuncios políticos: un anuncio con cifras llamativas… y muchos matices

Durante su visita, el presidente Pedro Sánchez presentó un plan de inversión nacional para los aeropuertos gestionados por AENA, correspondiente al periodo 2027 – 2031, con una cifra total de 12.888 millones de euros (que él mismo redondeó a 13.000 millones).

De este total, 1.154 millones de euros estarían destinados al aeropuerto de Elche – Alicante, dentro del marco del Documento de Regulación Aeroportuaria DORA III, que regula las actuaciones en los próximos cinco años.

A simple vista, la cifra parece una gran noticia. Sin embargo, hay aspectos clave que no se deben pasar por alto:

  • Parte de esas actuaciones ya estaban planificadas por AENA desde hace años. No se trata de inversiones totalmente nuevas.
  • Las obras no se ejecutarán de golpe, sino a lo largo de varios años, por lo que no se verán resultados inmediatos.
  • La inversión anual real sería de unos 230,8 millones de euros.
  • El anuncio se hizo con un fuerte componente político, presentándolo como una “gran inversión estatal”, cuando en realidad forma parte de un plan de AENA ya previsto.
  • No se ofrecieron compromisos concretos sobre la conexión ferroviaria del aeropuerto, una de las mayores carencias actuales.

En definitiva, se trata de un plan de inversión importante, pero que requiere análisis y seguimiento. Las cifras son grandes, sí, pero el impacto real dependerá de su ejecución y de las prioridades que se establezcan.

AENA: una empresa, no un ministerio

Uno de los puntos más esclarecedores de la entrevista fue la aclaración sobre quién decide realmente las inversiones.

Se recordó que AENA no es un órgano politico, sino una sociedad anónima cotizada en Bolsa, en la que el Estado posee un 51% de las acciones y el 49% restantes está en manos de privadas.

Esto significa que AENA actúa como una empresa, guiada por criterios de rentabilidad y eficiencia, no por decisiones políticas directas.

El presidente del Gobierno puede anunciar proyecto, posar para las cámaras y hacer titulares, pero la realidad es que las inversiones dependen de los planes estratégicos y de la capacidad financiera de AENA.

En realidad, no se trata de un regalo del Gobierno, sino de una inversión empresarial que busca retorno económico.

El problema de los plazos: promesas a largo plazo 

Otro aspecto esencial es el tiempo.

Los proyectos anunciados por AENA tiene un horizonte de ejecución de cinco a seis años, por lo que no se materializarán durante esta legislatura.

Esto implica que la mejoras que se presentan como inminentes en realidad no se verán reflejadas a corto plazo.

Durante la conversación se destacó que hay que interpretar estos anuncios con prudencia y sentido crítico: no son obras inmediatas, sino planes a medio y largo plazo.

Por tanto, cuando se presentan como si fueran a transformar el aeropuerto “mañana mismo”, lo que realmente ser necesita es paciencia, seguimiento y transparencia.

Lo que se quedó fuera: la conexión ferroviaria

Otro aspecto esencial es el tiempo.

Los proyectos anunciados por AENA tiene un horizonte de ejecución de cinco a seis años, por lo que no se materializarán durante esta legislatura.

Esto implica que la mejoras que se presentan como inminentes en realidad no se verán reflejadas a corto plazo.

Durante la conversación se destacó que hay que interpretar estos anuncios con prudencia y sentido crítico: no son obras inmediatas, sino planes a medio y largo plazo.

Por tanto, cuando se presentan como si fueran a transformar el aeropuerto “mañana mismo”, lo que realmente ser necesita es paciencia, seguimiento y transparencia.

Lo que se quedó fuera: la conexión ferroviaria

Si algo sobresale en el análisis es lo que no se dijo durante la visita presidencial: la ausencia total de referencias al tren que debería conectar el aeropuerto con Elche y Alicante.

Se trata de una reivindicación histórica, pendiente desde hace décadas.

El aeropuerto de Elche – Alicante es el tercero de España en tráfico turístico, con más de 15 millones de pasajeros anuales, y sin embargo, no cuenta con una conexión ferroviaria que facilite el acceso desde las principales ciudades del entorno.

Esa infraestructura aliviaría la saturación de la autovía A-7, mejoraría la movilidad de turista y trabajadores y colocaría a nuestra zona al nivel de los grandes aeropuertos europeos.

Pero el anuncio presidencial no mencionó ni plazos, ni estudios, ni compromisos concretos sobre esta conexión.

El mensaje fue claro: no podemos conformarnos con grandes cifras si se siguen dejando fuera las cuestiones esenciales.

Entre la realidad y la propaganda política 

En este contexto, el análisis plantea un mensaje constante: no se trata de desprecias las inversiones, sino de ponerlas en su contexto.

Los anuncios de este tipo suelen estar pensados para el impacto mediático, para el “titular del día”, mas que para informar con detalle sobre lo que realmente se va ejecutar.

Por eso, desde el Instituto ICIE se propone una mirada más crítica y responsable: reconocer lo que se hace, pero exigir lo que falta.

Las cifras millonarias son importantes, pero el verdadero progreso se mide en obras terminadas, en infraestructuras funcionales y en beneficios tangibles para la ciudadanía.

El papel de la sociedad civil: exigir, participar y vigilar

Uno de los pilares del pensamiento del ICIE es la participación ciudadana en los procesos de transformación urbana y territorial.

Se record que la sociedad civil no puede ser espectadora de los anuncios políticos.

El aeropuerto de Elche – Alicante es una infraestructura estratégica para el desarrollo económico de toda la comarca.

Por eso, la ciudadanía, las empresas y las instituciones locales deben mantener la presión para que las inversiones prometidas se cumplan en tiempo y forma.

El papel de ICIE, en este sentido, es claro: analizar, proponer y supervisar, desde una posición independiente y constructiva.

Conclusión: más allá del titular

La reflexión final deja un mensaje contundente: Elche no puede resignarse a ser espectadora de anuncios políticos.

Las inversiones anunciadas para el aeropuerto son importantes, pero su impacto real dependerá de la gestión, los plazos y la inclusión de infraestructuras esenciales como la conexión ferroviaria.

Desde el instituto Ciudad Idea Elche, el compromiso es seguir promoviendo la reflexión y el análisis ciudadano, porque el futuro de nuestra ciudad depende de que las promesas se conviertan en realidad.

Como se señalo al cierre del programa:

“El aeropuerto es clave para nuestra economía. Necesitamos inversiones reales, con plazos claros y prioridades bien fijadas.”

Elche merece una planificación seria, con visión de futuro y lejos de los fuegos artificiales de la propaganda.

Puedes escuchar el programa completo en ivoox


Instituto Ciudad Idea Elche
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